martes, 15 de enero de 2013



Qué es el autoconcepto?

El autoconcepto, según Catalán (1990) se define como “aquellas cogniciones que el individuo tiene, conscientemente, a cerca de sí mismo y que incluye todos los atributos, rasgos y características de la personalidad que estructuran y se incluyen en lo que el individuo concibe como suyo”.

Para Miras (citado por Arancibia, 2009), el autoconcepto es una representación, es una idea del yo como objeto de conocimiento en sí mismo.  La autoestima en cambio, se entiende como la valoración positiva o negativa que el sujeto hace de su autoconcepto, incluyendo las emociones que asocia a ellas y las actitudes que tiene al respecto de sí mismo.  Es decir, que el autoconcepto vendría a ser el referente de la autoestima de un  sujeto.


 

 

 

 

El autoconcepto realiza una función de organizador y motivador de la experiencia que es clave, al permitir mantener una imagen consistente de quienes somos y cómo reaccionamos en diferentes circunstancias.  Se considera al autoconcepto como un concepto multidimensional dentro del cual esta contemplado el autoconcepto académico; la autoestima es unidimensional en la medida que es la evaluación afectiva que hacemos de nuestro autoconcepto; la autoestima se desarrolla a partir el autoconcepto.

Según Calero (2009) la persona con una adecuada autoestima experimenta sentimientos agradables de valía personal.  En especial refiriéndose al ámbito acádemico, la autoestima condiciona el aprendizaje; padres y profesores tienen la responsabilidad de elevar la autoestima del estudiante para que su rendimiento escolar sea favorable. 

 

 

 

 

 

¿Cómo se forma el autoconcepto en los niños?

La formación del autoconcepto se realiza gradualmente a partir de las experiencias y de las interacciones del individuo con su realidad, siendo la familia el principal agente en la configuración de la autoimagen primaria, en aspectos físicos y psicológicos; ésta se integraría posteriormente con una autoimagen secundaria, en la que los principales agentes socializadores serían la familia extensa, los pares y la escuela.

En vista de todo lo anterior no podemos dejar de señalar la importancia de la escuela en el desarrollo de la autoestima y el autoconcepto desde el momento en que el niño entre al ambiente escolarizado. 

 


 

 

 

¿Qué es y qué impacto tiene en autoconcepto académico en el rendimiento escolar?

El autoconcepto académico se ha definido como “la parte de sí mismo que se relaciona directamente con el rendimiento académico, y que aparentemente sirve como un sistema de guía personal para dirigir el comportamiento en la escuela y que juega un rol fundamental en la determinación del rendimiento académico del estudiante” (Arancibia, Maltes y Álvarez, 1990).

El autoconcepto como ya se menciono, es multidimensional, las dimensiones de las que se habla son:

1.    Relaciones con otros. Se refiere al nivel de confianza y aprecio del estudiante por otras personas.

2.    Asertividad. Se expresa en acciones donde el niño expresa honestamente sus propios sentimientos y usa sus derechos sin negar los de los demás.

3.    Compromiso. Un niño con alto compromiso requiere de escasos esfuerzos extrínsecos, porque está interesado y motivado y la actividad misma le resulta reforzante.

4.    Enfrentamiento de situaciones escolares. Indica la confianza que tiene el niño en las propias habilidades académicas, es decir el autoconcepto académico.

Las investigaciones revelan que una relación positiva entre los niveles de autoestima y autoconcepto darán por resultado un buen rendimiento escolar.  Aquellos niños con mejor autoconcepto académico son quienes también tienen un mejor rendimiento.  Un desarrollo afectivo bueno eleva el redimiento de los escolares, también se puede pensar que un niño con buen rendimiento tendrá más probalidades de tener un autoconcepto elevado.

Un concepto alto relativo a la propia habilidad académica puede ser una precondición favorable para la iniciación y mantención del esfuerzo en situaciones de aprendizaje y de desempeño.  En cambio los estudiantes con un autoconcepto bajo pueden evitar las situaciones de aprendizaje que podrían amenazar su autoconcepto, presenteando así un esfuerzo menor en al escuela. 

Resumiendo, la autoestima y autoconcepto no sólo son importantes en la predicción del rendimiento, sino que juegan un rol fundamental en la salud mental y buen desarrollo afectivo de los alumnos; no se puede dejar de pensar que la experiencia escolar es determinante en el desarrollo de la autoestima del los adolescentes, esta experiencia de vida será determinante para el bienestar emocional de un adolescente y tendrá efectos significativos durante la vida adulta de éste.

martes, 11 de diciembre de 2012

 

AMISTAD Y NOVIAZGO EN LA ADOLESCENCIA


Amistad
La aparición de fuertes relaciones de amistad es una de las características más importantes de la adolescencia. Con frecuencia los padres de adolescentes viven con tristeza lo que en apariencia es un alejamiento de sus hijos pero esto no es así.

Con el comienzo de la adolescencia, muchos chicos y chicas empiezan a preferir pasar más tiempo con sus amigos que con su familia. Y aunque algunos padres lo viven con tristeza deben entender que este es un proceso perfectamente natural que hará que nuestros hijos crezcan saludables. Es más, los adolescentes sin amigos suelen ser más solitarios e infelices y tienen mayores dificultades para pasar esta etapa.
La búsqueda de la propia identidad

El inicio de la pubertad con el que comienza la adolescencia es también el momento en el que los seres humanos empiezan a buscar su propia identidad. Ya no son niños pero aún no son adultos. La familia que hasta hace muy poco, era todo su mundo ahora se queda pequeña, necesitan salir al exterior, establecer nuevos contactos, crear redes de amigos, descubrir el mundo y su lugar en él. Y para eso es fundamental el grupo de amigos.

Un grupo de semejantes

Los adolescentes suelen construir su grupo de amigos con chicos y chicas parecidos a ellos. Con las mismas aficiones, el mismo gusto por cierta ropa, iguales intereses, etc… Con adolescentes semejantes a ellos se encuentran cómodos y con ellos establecen sus relaciones de confianza y lealtad. Con ellos pueden hablar de todo lo que les pasa porque a ellos les están ocurriendo las mismas cosas. Eso es beneficioso para los adolescentes porque gracias a sus amigos entienden que el proceso por el que ellos están pasando es natural y le ocurre a todo el mundo.


Ser aceptado

Pero además, en medio de los cambios que experimentan los adolescentes no es importante solo saber que también a los otros les ocurren las mismas cosas, es fundamental ser aceptado como uno es. Y eso también lo proporciona el grupo de amigos.

Conseguir independencia

Con frecuencia los padres se quejan de que sus hijos se limitan a seguir a sus amigos y son iguales a ellos en todo. Generalmente eso no es exactamente así. Como el grupo se forma entre iguales, todos ellos siguen lo que hacen los demás. Pero lo más importante es que aunque a nosotros nos parezca que son todos iguales, ellos están aprovechando su pertenencia al grupo para crear su identidad propia. La de un chico o chica que se encamina hacia el mundo de los adultos.

Estar atentos pero sin imponerse

Esto no quiere decir que la función de los padres acabe cuando sus hijos entran en la adolescencia, todo lo contrario. Los hijos adolescentes necesitan tanto o más que los niños la presencia de sus padres. Y en lo que se refiere a las relaciones de amistad, la función de los padres es importantísima.

Los padres de adolescentes deben conocer a los amigos de sus hijos. Como la influencia del grupo suele ser muy grande durante la adolescencia, cuanto mejor conozcas al grupo con el que sale tu hija o hijo adolescente será más fácil que evites que aparezcan problemas.

Evitar los problemas

Es bueno que los padres de adolescentes estén atentos a las influencias del grupo sobre sus hijos. Lo habitual es que estas se limiten a cuestiones poco importantes como la forma de vestir, la música que se escucha o las aficiones que se practican. Pero puede ser que en algunos casos los chicos y chicas se dejen influir en cosas negativas como el consumo de drogas y alcohol u otras actividades delictivas o peligrosas. En ese caso, los padres deben intervenir inmediatamente. Y casi siempre es beneficioso buscar la ayuda de algún experto que los oriente.

Con quién se relaciona mi hijo

Los grupos de adolescentes están formados por chicos y chicas y aunque en general al principio de la adolescencia las relaciones más estrechas se forman entre ellos sin tener en cuenta el género, cuando va avanzando la adolescencia lo normal es que las chicas establezcan lazos más fuertes con otras chicas y los chicos con otros chicos. Pasado un tiempo, las cosas vuelven a cambiar y comienzan a entablarse relaciones entre ambos sexos que frecuentemente acaban con la formación de parejas.

Pero una cosa que deben tener en cuenta los padres es que aunque esa es la norma general, también puede ocurrir que su hija o hijo tengan a un adolescente del otro sexo como mejor amigo. Y eso no tiene nada de raro, es perfectamente normal y sano.

Es muy natural que en esta edad comience el interés de los chicos y chicas por las relaciones sentimentales. Como parte importante de este proceso de crecimiento, en general el noviazgo es una experiencia que puede traer logros importantes en su desarrollo como persona, siempre y cuando sea ésta una relación sana.


EL NOVIAZGO

En la adolescencia se dan las primeras experiencias de relaciones de pareja, y por las características propias de la edad, es también una situación llena de tensiones para los chicos. Las dudas e inquietudes que exponen hablan de su inexperiencia para relacionarse de esta forma y sobretodo, hablan de la enorme necesidad que tienen de guía y orientación por parte de los adultos.

Es común que los adolescentes se enfrenten a dificultades para iniciar una relación: "¿Por qué todas las mujeres cuando uno se les declara dicen que no?" "Tengo una amiga que sé que le gusto, pero no sé cómo hablarle o qué le digo, ¿qué puedo hacer?"; confusión de sentimientos: "Hay un chavo guapísimo que me encanta, una vez fue a mi escuela y me puse loca. No se cómo comportarme con él, me siento muy mal", "¿Es normal esto a mi edad?"; fantasías de enamoramiento: "Hace un mes conocí a un chavo, cuando lo ví, supe que era mi hombre indicado. Él no me habla, pero yo lo amo ciegamente. Él es mi razón de vivir. Algunas amigas dicen que lo han visto con otra chica y que no me haga ilusiones. Si yo llegara a descubrir que tiene novia, ya no quiero existir, mi anhelo de vivir se esfumaría; inconformidad con las normas de los adultos: "¿Por qué nuestras madres se enojan por tener novio o pretendientes? ¿Por qué están más sobre mi?; necesidad de seguridad y lealtad: "¿Qué es bueno y qué es malo en el noviazgo?, ¿es malo tener novio a los 14 años y querer irse a su casa con él?, ¿es malo tener novio a escondidas?", "¿Cuál es la edad ideal de una adolescente para tener novio, para que la relación sea estable?, "¿Qué puedo hacer para no desconfiar tanto de mi novio?"

¿Qué es el Noviazgo?
De manera convencional, el noviazgo es una relación transitoria entre un hombre y una mujer, la cual brinda la oportunidad de conocerse más afondo para decidir en un determinado momento pasar a la siguiente fase que es el matrimonio.
El noviazgo consta de cinco etapas que son:
Atracción: que puede ser física, emocional o ambas.

Incertidumbre: es cuando se presenta la duda de si la pareja elegida es la adecuada.
Exclusividad: permite salir solo con una persona y dar y recibir de ella y para ella.

Intimidad: ambos se entregan a la relación, se sueltan y comienzan a mostrar sus aspectos positivos y negativos.
Compromiso: la relación se torna más profunda y existe la convicción de que se está con la persona correcta para una relación más formal como lo es el matrimonio.

Durante la adolescencia por lo tanto no puede hablarse propiamente de noviazgo al no existir las bases maduracionales para el establecimiento de una relación de pareja formal y de compromiso, tal como se entiende en el caso de los adultos.
Las relaciones de pareja en la adolescencia suelen ser muy intensas y hasta pasionales. Como consecuencia de la transformación física y psicológica que están sufriendo, las emociones se exacerban y el sentido idealista que los caracteriza provoca tanto la sensación de estar viviendo el gran amor de su vida, como las decepciones más tormentosas.
Sin embargo, la experiencia de relaciones de pareja en esta edad ayuda a los jóvenes en sus primeros ensayos en esta nueva modalidad de relación que además es una experiencia de crecimiento propia y necesaria de la edad. Todo esto siempre y cuando se cuente con la guía y orientación adecuadas por parte de los padres principalmente.
En el caso de una relación sana de "noviazgo", la experiencia misma proporciona las siguientes ventajas:
  • Es una oportunidad de a aprender a relacionarse con el sexo opuesto de forma afectiva.
  • Ayuda a aprender a conocerse recíprocamente en cuanto a carácter, sentimientos, gustos, aficiones, ideales de vida, religiosidad.
  • Favorece la formación de la voluntad, combate el egoísmo, fomenta la generosidad, confianza, honestidad, el respeto; estimula la reflexión y el sentido de responsabilidad.
  • Con el noviazgo se puede practicar la habilidad de resolver conflictos.
  • Es una oportunidad de comenzar a utilizar formas efectivas de comunicación y de aprender a ver las cosas de distintas maneras.

Con esto pudiera resolverse hasta cierto punto el dilema de los padres con respecto al permitir o prohibir este tipo de relaciones en sus hijos adolescentes. La prohibición es una medida totalmente ineficaz y hasta contraproducente en una etapa en la que los chicos se caracterizan por ir en contra del orden establecido, especialmente el que instituyen los padres.
Por otro lado la mejor forma de prevención de situaciones de riesgo en el adolescente, son la comunicación, guía, orientación y acompañamiento emocional, en esta nueva experiencia de crecimiento de los hijos.

ALGUNAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Es importante abordar el tema del noviazgo con los hijos incluso mucho antes de que se presente, esto causa el efecto en los chicos de posponer el tiempo para un "noviazgo".
Debe hablarse de lo que es un noviazgo y cómo debe ser la relación con la otra persona, estableciendo reglas de común acuerdo. Acordar a qué edad es bueno comenzar un noviazgo y cual es el comportamiento apropiado que deben seguir con la pareja y por qué. Hablar de las dificultades que acarrea el iniciar una vida sexual de manera prematura.
Hablar del por qué: el novio debe estudiar o trabajar, el novio no debe ser un alcohólico o usar drogas, el novio no debe de abusar emocional, sexual o físicamente. Hablar acerca de los celos, el saber decir No a situaciones que lo dañen, hablar sobre las ventajas y desventajas del tener un noviazgo.
Hable también con su hijo sobre los planes que tiene para su vida profesional, sus metas y cómo lograrlas y de qué manera puede afectar un noviazgo prematuro en la realización de sus sueños.
Una de las funciones de gran importancia de los padres, a pesar de la etapa conflictiva por la que atraviesan los adolescentes, es la reglamentación de la conducta del hijo, y en el caso de sus relaciones de noviazgo.

lunes, 10 de septiembre de 2012


¿Cómo ser padre de un adolescente?

La investigación no nos da ninguna razón
para temer a los adolescentes -de hecho,
muestra la imagen negativa, 
estereotipada e injusta que tenemos 
de ellos-, pero si nos da muchas  razones
para temer por ellos.


Anticipándose a las demandas cada vez más complejas de la vida adulta, los adolescentes se enfrentan a expectativas de capacidad intelectual, social y emocional cada vez mayores. Sin embargo, los sistemas que podrían y deberían apoyarlos están bajo sitio: los padres y otros adultos están trabajando mayor cantidad de horas en lugares donde no están disponibles para sus hijos; algunas escuelas carecen de la estructura necesaria para satisfacer las necesidades integrales de los estudiantes; los medios de comunicación envían mensajes degradantes sobre los adolescentes en general además de mostrar una marcada discriminación en varios sentidos; y muchas comunidades están luchando contra la pobreza o estableciendo prioridades que engañan a los jóvenes.

Existen pruebas claras de que, cuando nos preocupamos en serio, los adultos y los  adolescentes juntos podemos revertir esta tendencia, y la fuerza y el talento de los adolescentes nos dan todo el incentivo necesario para hacerlo. Dado que trae aparejados cambios profundos, la adolescencia no sólo es una etapa de riesgo sino también de oportunidades. Su misma flexibilidad nos ofrece múltiples maneras de enmendar el pasado como individuos, como familias y como sociedad.

Pese a que es cierto que los pares, la escuela, la comunidad y otros factores cobran mayor importancia cuando los niños se convierten en adolescentes, las investigaciones coinciden en mostrar que los padres siguen constituyendo una fuerte influencia para fomentar el desarrollo saludable del adolescente y prevenir consecuencias negativas. Los propios adolescentes reconocen la influencia de los padres, demostrando en los estudios que sus padres siguen teniendo fundamental importancia como guías, mentores, defensores e interlocutores con los que compartir ideas y puntos de vista


La cultura y los medios están transmitiendo simultáneamente imágenes negativas de la relación entre padres y adolescentes, y de los mismos adolescentes, ¡no nos hagamos partícipes de esto!


En el siguiente enlace encontrarás un documento donde te presentamos los “Cinco conceptos básicos para ser padres de adolescentes”, información generada de una interesante investigación realizada por la Universidad de Harvard (A. Rae Simpson, Ph.D. Proyecto Ser Padres de Adolescentes Centro para la Comunicación de Salud Escuela de Salud Pública de Harvard).

Que lo disfrutes y a ponerlo en práctica!

viernes, 31 de agosto de 2012

Adolescencia Antes y Ahora



Adolescencia Antes y Ahora
La adolescencia es un cambio en el ser humano que puede ser lento o tumultuoso en lo que se refiere a los deseos y aspiraciones, a los estados de ánimo y a la estimativa de los valores. Este cambio produce una nueva concepción del mundo interior y del mundo exterior, un nuevo enfrentamiento con los conceptos éticos, religiosos y sociales y, una nueva valoración de lo pasado y, sobre todo, de lo futuro que colocan al ser en una crisis profunda y larga.
Te invitamos a ver este video, dando click en el siguiente enlace:

 

Actividad de reflexión

De acuerdo a lo que viste en el video y a los recuerdos de tu propia experiencia como adolescente:
 
  • Realiza una lista de lo que esperas de tu hij@.
  • ¿Sabes lo que espera tu hij@ de ti? Si no lo sabes, pregúntale y has una lista frente a la anterior.
  • Realiza una comparación de las dos listas para obtener una lista de lo que puede ser negociable y lo que no.
  • ¿Qué podrías hacer “diferente” como padre o guía para que se logre el resultado esperado de ambas partes?
Esperamos compartas tus reflexiones e inquietudes.
Gracias!